El personal del pub The Star Inn en St Just, Cornwall, Reino Unido, estaba ya harto de que los clientes, sobre todo aquellos que habían bebido más de la cuenta, se acercaran demasiado a los empleados, a pesar de las advertencias y marcas que informaban de la distancia de seguridad con la barra.
Así que el dueño optó por medidas algo más drásticas y ni corto ni perezoso instaló una cerca electrificada como la que se suele usar para el ganado en las grandes fincas.
Se trata de una valla formada por dos cables conductores que están conectados a una batería, de forma que al tocarlos da un buen calambrazo. Normalmente, explica el dueño a diversos medios locales que se hicieron eco de la iniciativa, la cerca, a un metro aproximadamente de la barra del bar, está apagada, pero puede encenderse y funciona y, de hecho, un par de clientes la han probado ya para su desgracia.
Los cables tienen un cartel que indica claramente lo que hay: "Cuidado. Cerca eléctrica". Quizá con eso la gente aprenderá a mantener la distancia física.
A pub landlord, who got fed up with his punters not social distancing, has installed an electric fence at the bar. Johnny McFadden who runs The Star Inn in St Just and is also a local farmer said: "It keeps the sheep away, and it keeps the people away.” https://t.co/lU8vuBsy9t pic.twitter.com/BUlRWn6Kz1
— Greg Martin (@photogregmartin) July 13, 2020
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